Rehabilitación de la fractura del radio distal
Flexión y extensión de la muñeca
La flexión y la extensión son movimientos naturales de la muñeca que disminuyen y aumentan, respectivamente, el ángulo de dicha articulación en relación al antebrazo. Dado que tu muñeca funciona como una bisagra, la articulación debería «balancearse» hacia arriba o hacia abajo. Con tu antebrazo inmóvil sobre una mesa y tu mano colgando de la misma, dobla suavemente la muñeca hacia abajo hasta que sientas una mínima elongación. Luego de cinco segundos, retoma la posición inicial y dobla la muñeca hacia arriba hasta sentir otra elongación. Puedes realizar este ejercicio con la palma de tu mano hacia arriba, para trabajar los flexores, o hacia abajo para trabajar los extensores. Una vez que tu muñeca pueda tolerar una presión más grande, puedes utilizar una mancuerna. Otra variación es tomar una mano con la otra y doblarla hacia arriba o hacia abajo.
Desviación de la muñeca
La articulación de la muñeca es algo más que una simple bisagra. También posee la habilidad de doblarse de lado a lado. Esta es la base del ejercicio para la desviación de la muñeca. Descansa tu antebrazo sobre una mesa y gira tu mano hacia el lado del pulgar. Mantén durante cinco segundos y retoma la posición inicial. Gira tu mano hacia el lado del meñique y mantiene durante cinco segundos. Realiza tres series de 10 repeticiones cada una.
Fortalecimiento del agarre
Apretar una pelota de goma durante cinco segundos aumenta la fuerza de agarre al activar los músculos de la muñeca y del antebrazo. También puedes realizar este ejercicio con una empuñadura de agarre, pero la flexibilidad de una pelota suave de goma es mucho más adecuada para el tejido en rehabilitación y por lo tanto, una mejor alternativa. Este ejercicio aplica los mismos movimientos -flexión y extensión de los dedos- que los realizados para la muñeca. Realiza tres series de 10 repeticiones. Cada vez que aprietas la pelota cuenta como una.